En un mundo donde dominan la inmediatez y la búsqueda de resultados inmediatos, se nos olvida con frecuencia que el verdadero valor de la creatividad no reside únicamente en el producto final, sino en el proceso que nos lleva hasta él.

La cultura actual celebra los logros, los premios, las cifras, las metas alcanzadas; Sin embargo, es el proceso el que alimenta la innovación, el crecimiento personal y el aprendizaje.

Hoy más que nunca, es crucial reivindicar ese espacio intermedio, el que se desarrolla entre la idea inicial y la materialización.

En Yacarandar creemos firmemente en la potente unión existente entre el arte y los procesos de salud. Para ello hay que poder revisar la idea que tenemos de lo artístico, de lo creativo … poniendo el foco en los procesos que justamente tienen ese poder de transformación que nos conduce al bienestar y a la salud.