La naturaleza y sus estaciones son unas maestras que nos traen grandes aprendizajes si sabemos mirarlas.

Dentro de nuestros talleres y propuestas intentamos que siempre esté presente la conexión con nuestro entorno y eso implica tomar conciencia de en qué ciclo estacional estamos y cómo eso nos atraviesa.

Con niños y niñas, por muy pequeñitos que sean, también es una oportunidad preciosa para acompañar esa observación (cómo están las hojas, cómo están los árboles, la luz…) y, por ende, cómo estamos nosotras y nosotros.

El otoño nos invita a propuestas bien interesantes. Nos habla por un lado de la confianza, todas las hojitas se dejan caer sabiendo que en otro ciclo otras volverán a salir, no se resisten.

También nos invita a parar, la disminución de horas de luz nos proponen recogernos y cuidar de esa luz interna.

Los múltiples colores de los árboles nos hablan de la diversidad y su riqueza.

Algunos de los recursos para que niños y niñas puedan conectar con todo ello son los cuentos, las canciones, las poesías… la observación por la ventanita, los elementos de juego, las propuestas de acción que creemos… los materiales, las creaciones artísticas…

Y tú, ¿cómo vives los otoños?